¿Por qué sufre más quien ama condicionalmente?

Por la mañana escuché una frase que me dejó pensando:
“Sufre más quien ama condicionalmente.”

Y no pude evitar cuestionarme, porque siempre he creído que amar es el don más bonito que Dios ha concedido a la humanidad. Entonces… ¿por qué amar de forma condicional debería ser sinónimo de sufrimiento?

Tal vez la respuesta está en que quien ama desde el corazón está dispuesto a estar disponible para el otro, incluso si ese otro no lo merece del todo.
Es un amor que se entrega, aunque a veces no se reciba. Un amor que espera, aunque a veces duela.

Vamos caminando por la vida deseando amores bonitos, soñando con historias que nos hagan sentir en casa... pero, al mismo tiempo, tomamos lo primero que llega.
Nos conformamos.
No esperamos lo que realmente merecemos esperar.
Y cuando al fin aparece lo que debía llegar... ya tenemos las manos llenas.
No podemos tomarlo.
No porque no lo deseemos, sino porque no tenemos espacio.

¿Con qué tomamos entonces eso que estaba destinado para nosotros?
Con las manos llenas no se puede recoger nada.
Se amontona. Se empalma. Y, al intentar agregarlo, lo que ya teníamos… se cae.

Algunos sí tienen el valor de reconocer que están ocupando un lugar que no les pertenece.
Dejan de ser conformistas.
Y sí… ya lo he dicho antes y lo repito ahora:
¡Odio el conformismo!

Vuelvo al punto: ¿por qué sufre más quien ama condicionalmente?

Sufre más porque es capaz de quedarse donde no lo eligen del todo.
Porque tolerar un amor que no sabe soltar, una vida que no quiere vivir.
Porque se aferra a promesas que dicen “es contigo con quien quiero estar”, aunque los actos digan lo contrario.

Y tal vez eso sea lo más triste:
Amar tanto,
para terminar quedándose con las manos vacías quien no sabe aprovechar cuando la vida te lleva a las manos a tu verdadero amor. 

 



1 Octubre 2017

 

No sé a quién culpa por las cosas que me pasan, pero sinceramente no entiendo, ¡yo no entiendo!

A tu mi Señor, no puedo reprocharte nada, pues entiendo que tus planes son mejores que los míos, acepto tu voluntad a un acosta de la mía, ¡pero no entiendo!

He estado en la tormenta, mi barco ha estado en lo más profundo del mar e incluso me he caído y golpeado en lo profundo del mismo con esas olas gigantes, luego llego a la orilla. Me dejas descansar en a arena, me curas las heridas que han quedado en mí. Me dejas construir mi casa en esa playa serena y aun teniendo miedo al mar, me dejas creer que ya lo malo paso y comienzo a creer, creer que en la vida ya nada puede pasar pues de tu mano ya pasé la oscuridad ¿y de repente qué?

 ¡No lo entiendo! ¡Papá Dios, no entiendo!

Y nuevamente te digo que no reprocho nada pues tus planes son mejores que los míos y no suelto de tu mano, pero ya en la playa me doy cuenta de que solo he estado en medio de un tornado, que la calma solo dura unos días. Que el tornado zarandeo mi casa, se llevo mis cosas, lo que creí que era vida y me lleva nuevamente al mar…  ¡No lo entiendo!

El mar me zarandea más fuerte, tan fuerte que me hace dudar, de ti no Padre Santo, pero me hace dudar de mí, de mi capacidad de mantenerme de pie y con fuerza… pero no te suelto, aunque no lo entienda no te suelto.

Una tras otra las olas golpean, aunque hay personas cercanas no saben como ayudarme, y eso también hunde. A veces uno se siente tan cansado de estar en el agua que añora una mano fuerte que lo saque como quizá uno lo haría, pero no pasa.

Y sigo sin entender Padre mío porque estando en la playa después de estar en ese mar me haces regresar, pero lo acepto, porque tus planes son mejores que los míos y no te suelto. Porque pese a regresar a ese mar golpeador lleno de tristeza Tú en mi me das la esperanza de llegar a esa playa, aunque sea por poco tiempo dejaras que mi alma descanse y camine descalza por la arena… aunque no entienda otra vez si me regresas por milésima vez al mar.


HELENA

A personas como tú, les regalaría el cielo, lo tomaría en mis largos brazos y lo doblaría con mucho cuidado para doblarlo bien, lo guardaría en una cajita de madera para que pudieras ponerlo cerca de tu cama al dormir. Tal vez intentaría sacar del mar algunas perlas para adornar tu cuello o de la noche robar algunas estrellas para alumbrar tus noches oscuras si no tienes como encontrar luz.

A personas como tú, cuidaría con el corazón cada huellita que van dejando al caminar, las recogería una a una para borrar tu andar si no quieres que nadie te encuentre, pero me gustaría ser yo la que siempre sepa donde estas.

A personas como tú, siempre quiero tener junto a mi porque son magia, porque tú eres magia. Y eres tonta también, a veces muy tonta. Tan tonta que no te das cuenta lo que haces con tu presencia en la vida de los demás, al menos en presencia de la mía.

A personas como tú, rápidamente les acomodaría un lugar en el sillón de mi alma, con palomitas y películas favoritas para que no quieras irte a otro lugar y si te vas, darte la mano para que me lleves a caminar.

A personas como tú, les diría gracias.. Te diré gracias por cada segundo que me das y me sacas de mis malos ratos, mis momentos malos, aunque a veces ni cuenta te das.
Con una persona como tú siempre quiero estar o más bien no con personas , si no contigo, contigo quiero estar.

Cuídame, mis pies hoy están cansados de andar.
Cuídame ahora que mis piernas hoy no quieren avanzar.
Voy por la vida renunciando a todo buscando mi tranquilidad que se me olvida sonreír, reteniendo ganas, vida e incluso deteniendo los latidos del corazón si eso garantiza mi seguridad.
Estoy cansada ahora, cansada de cuidar cada pisada.
Tengo esta vida guardada por si en algún momento llega algo mejor olvidando vivir algunos momentos, se me escapan los segundos.
Esta noche estoy cansada de cuidarme, de cuidarme de todo y de nada.
De cuidar las horas, el sueño, los días y las ganas. Estoy cansada de quedarme en casa. Estoy en soledad esperando que la vida me regrese por las piernas a la cabeza.
Estoy hoy cansada de la soledad.

Hoy solo quisiera levantar mi mano y que la tomes tú. Cuidame tú. 


30/OCTUBRE/2017

DESPIERTAME DE ESTE SUEÑO, DESPIERTAME A GOLPES O A Besos PERO DESPIERTAME. Desaste de mí, sácame de aquí pero aléjame

En estos tiempos de falta de amor cometemos el error de andar por ahí entregando el corazón a cualquiera, que se nos olvida sentir. Caminamos buscando a quien besar que confundimos el amor con acciones físicas... que se nos olvida el interior e interiorizar el corazón.

Despiértame, porque si no nos vamos a querer para que me quedo en este sueño.
 

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